28-03-2009
El Parlamento Europeo y las elecciones de junio
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En nuestro espacio de hoy, que se inscribe en la iniciativa “Hoy, interactuando con el Parlamento Europeo”, podrán escuchar parte de las opiniones expresadas en un debate organizado en Bruselas y dedicado al tema de las próximas elecciones al Parlamento Europeo, como también un análisis de su labor durante su mandato actual, que está a punto de finalizar.
La iniciativa se realizó en vísperas del 19 de marzo, día del nacimiento del Parlamento Europeo. En esa fecha, hace justo un año, empezaba nuestro proyecto.
Participaron en la discusión Antonio López-Isturiz White, eurodiputado por España, secretario general del Partido Popular Europeo, Adina Valean, eurodiputada por Rumanía, vicepresidenta del grupo de la ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa), Wilfred Ruetten, director del Centro Europeo de Periodismo, y Julia De Clerck-Sachsse, experta del Centro de Estudios de las Políticas Europeas. Estaba invitado también Jan Marinus Wiersman, vicepresidente del grupo del Partido de los Socialistas Europeos. Sin embargo, debido a otros compromisos asumidos, este eurodiputado por Holanda no pudo tomar parte en la conversación.
La primera pregunta que formulamos a nuestros invitados se refería a los logros políticos que pudieran animar a los electores a ejercer su derecho al voto en junio próximo.
“Es una pregunta complicada, porque a mi juicio no hay mayores diferencias entre los diversos ciudadanos de Europa a la hora de votar, dijo Adina Valean, de Rumanía. Sin embargo, durante las campañas electorales cobran prioridad los debates nacionales y los votantes piensan menos en los partidos europeos y más en los nacionales que a su vez compiten en las elecciones europeas. Por esta razón es difícil establecer una distinción inapelable entre los logros. Los ciudadanos deben comprender que hay diferencia entre las políticas locales y la política que uno hace valer en el Parlamento Europeo como liberal, como miembro del Partido Popular Europeo o como socialista. Aunque, eso sí, todos nosotros aspiramos a que las decisiones que tomemos sean las mejores para los ciudadanos. Aunque empleando distintas herramientas. Por ejemplo, al hablar del tiempo de trabajo, todos los políticos quieren que los trabajadores no sean explotados y no sufran malas condiciones de trabajo. Pero hay distintos enfoques del problema. Los socialistas dirían “debemos establecer un tope de las horas de trabajo para defender a los trabajadores”. Mientras que nosotros los liberales diríamos: “lo que hace falta es mayor flexibilidad, que los que deseen trabajar más para poder ganar más tengan la posibilidad de hacerlo”. Estoy segura que el Partido Popular Europeo tendría el mismo enfoque del problema. De modo que todos queremos defensa para los trabajadores, pero tenemos distintos pareceres en cuanto a la manera de aplicar esta defensa. Por regla general, acabamos hallando una solución allá por el medio”.
Algunos oyentes opinan que da igual qué partido político va a tener mayoría en el siguiente Parlamento Europeo, ya que las cosas van a seguir en la misma dirección de antes. ¿Comparte usted esta opinión?
“No, no estoy de acuerdo, pero habida cuenta de la política de comunicaciones que aún tenemos en Bruselas, la gente probablemente piense de esta manera, opina Antonio López, del Partido Popular Europeo. Es algo en lo cual debemos trabajar más. Pero comparto la opinión de la Sra. Valean en cuanto a la forma en que encaramos las elecciones. Tenemos un problema común, de Bulgaria, España o Rumanía, y es la comunicación entre Bruselas y los ciudadanos. Si no convencemos a la gente que el proyecto europeo es correcto y le damos a conocer los diferentes enfoques que tenemos de este proyecto de una Europa unida, esto podría llevar al euroescepticismo. La única herramienta para lograr que la gente lo entienda es la información. Por lo cual os agradecemos la iniciativa que habéis acometido y el que estemos teniendo este debate sobre las elecciones europeas y el futuro. Los periodistas debéis ayudarnos a llevar a buen término nuestro trabajo, para que podamos explicar a los ciudadanos qué es la Unión Europea. Un ejemplo: ahora Islandia quiere ser miembro de la Unión Europea, tal vez Noruega también. Porque ahora, enfrentadas a la crisis mundial, estos países se dan cuenta que estar fuera de la Unión Europea ya supone problemas. Pero nuestros ciudadanos de la propia Unión Europea no siempre lo comprenden. En cuanto a los nuevos miembros, como Bulgaria y Rumanía, todos nosotros, los políticos europeos, debemos convencernos de las ventajas que supone su pertenencia a la Unión. Por ejemplo, una de las prioridades para Bulgaria en estos momentos es el sector de la energía. Siendo así, debemos discutir el tema de la energía en la propia Bulgaria, para que los búlgaros comprendan que nos ocupamos de sus problemas y trabajamos para solucionarlos. Desde luego, los liberales lo harían de una manera y nosotros, el Partido Popular Europeo, de otra. Y estoy seguro que los socialistas lo harían a su propia manera, que será diferente. Siento que no esté presente aquí un representante de ellos. Lo importante es que los búlgaros sepan que, aunque tengamos diferentes enfoques del mismo problema, todos trabajamos para hallarle una solución.
Últimamente, en las elecciones búlgaras se nota cierta tendencia a la abstención. Por ello, lo primero que debemos plantearnos es cómo recuperar el interés del votante búlgaro. Estaré en Bulgaria a principios de mayo y junto con líderes locales, en particular del Partido Popular Europeo, hablaremos de la prioridad inmediata, es decir, del nivel de actividad electoral. Esto es de singular importancia para los nuevos países miembros, porque es una prueba para nosotros, una prueba de hasta qué punto funciona el proyecto de una Europa unida. No me gustaría que vuestros dos países, Bulgaria y Rumanía, fueran tratados como chivo expiatorio que cargue con los reveses de la Unión Europea. Al contrario, debemos ayudar a Bulgaria y Rumanía a convertirse en el ejemplo ideal de integración y adhesión exitosa a la Unión Europea”.
Teniendo en cuenta lo que acaba de decir Antonio López, ¿podemos creer que la ampliación de la Unión Europea es un éxito? ¿O, al contrario, debemos pensar que es un fracaso?
“España es un ejemplo muy bueno, porque no es miembro de la Unión desde su creación, subrayó Adina Valean. Cuando se debatía su adhesión, hubo quienes alegaron que los granjeros españoles iban a echar por tierra la política agraria de la Unión porque eran pobres e iban a costarle caro a la Unión. Y resultó que España es el mejor ejemplo de cómo podemos sacar el mayor partido a nuestra pertenencia a la Europa comunitaria para desarrollar nuestro país y contribuir al bienestar común de la Unión Europea. Por esto creo que la ampliación es uno de los pilares de la Unión Europea. No debemos pensar en introducir el proteccionismo ni en cerrar las fronteras. Y no debemos parar hasta aquí”.
“Es verdad, añadió Antonio López. Cuando España entró en la Unión Europea en 1986, se oían voces de que íbamos a arruinar la Unión, y más aún entrando junto con Portugal, y que íbamos a ser responsables de su derrumbe. Y fijaos ahora. Así que hay ejemplos de los que debemos aprender, y otros, que no debemos repetir. Como, por ejemplo, la falta de libertad de asociación de los trabajadores. ¿Por qué las mafias pueden desplazarse libremente, y los trabajadores de a pie, que quieren ganarse el pan honestamente, no pueden? ¿Por qué no reciben el mismo trato que loa trabajadores locales?”
Según Dushana Zdravkova, eurodiputada búlgara, en la actualidad es de particular importancia que acudan a las urnas los jóvenes. ¿Por qué?
“Mi profunda convicción es que en las elecciones al Parlamento Europeo los más activos deben ser los jóvenes. Porque durante el siguiente mandato del Parlamento Europeo, que será completo también para Bulgaria, nuestros futuros eurodiputados podrán participar plenamente en el diseño de las políticas europeas. En realidad, estos cinco años por delante son también el futuro de estos mismos jóvenes que animamos a votar en junio para elegir al siguiente Parlamento Europeo. Y si desean tener su futuro en sus propias manos, deben expresar este deseo mediante el voto que depositen. Otra cosa es cómo actuarán los partidos políticos para elevar la actividad electoral. Esto es una tarea de cada uno de nosotros, los que trabajamos en las instituciones europeas, y en particular para mí, convencida como estoy que la Unión Europea es nuestra casa común. La Unión ofrece a un país pequeño como es Bulgaria muchas más oportunidades de participar en la toma de decisiones y en el diseño de diversas políticas positivas para nuestra nación”.
Escuchemos ahora los comentarios de los compañeros periodistas sobre la confianza de los ciudadanos en lo que ven y oyen, por una parte, y su motivación para ir a votar, por otra.
“Son dos aspectos de importancia clave a la hora de analizar la actividad electoral desde un punto de vista político, manifestó Julia De Clerck-Sachsse, del Centro de Estudios de las Políticas Europeas. Ambos tienen que ver con el hecho de que las elecciones europeas son consideradas todavía como secundarias, comparadas con las nacionales. La gente evalúa a sus gobiernos según lo que hacen en casa, y no según lo que sucede a nivel europeo, de modo que se corta el vínculo entre la Unión Europea y los ciudadanos. Estos comprenderían este vínculo y el creciente valor de Europa sólo si se dan cuenta de lo que Europa hace por ellos en el contexto nacional. Así que es sumamente importante que los partidos políticos europeos no sólo se dirijan a los electores sino que también comuniquen con los partidos y gobiernos a nivel nacional. Yo creo que es un reto a los partidos europeos y a sus dos representantes aquí hacer que la Unión Europea sea importante para los ciudadanos, pero también es un reto vincularla claramente con los debates políticos nacionales”.
En los medios aparecen a menudo apreciaciones negativas del trabajo del Parlamento Europeo. ¿Cómo lo comentaría usted?
“Es una pregunta difícil, manifestó Wilfred Ruetten, director del Centro Europeo de Periodismo. A menudo, los culpables de esta actitud son los políticos nacionales. Cuando las cosas van bien, es muy fácil decir “esto es un logro mío” y, respectivamente, cuando algo va mal, echarle la culpa a Bruselas, sea a la Comisión Europea, al Consejo o al Parlamento. De modo que los políticos deberían tener más cuidado cuando acusan a Bruselas de todo lo que va mal a nivel nacional. Por otra parte, el Parlamento Europeo es un organismo enorme y complejo y cuesta explicárselo a la gente, incluso a personas muy instruidas, que no lo son todas. Además, como no hay referendos, no queda muy claro cómo se produce la toma de decisiones. Hay que recorrer un camino largo hasta que la gente comprenda por qué es tan importante que vote. Añadiendo la crisis global en la actualidad, no creo que la actividad electoral sea muy alta. Encima, la campaña ha empezado bastante tarde”.
Julia De Clerck-Sachsse manifestó que esta opinión le parecía correcta pero señaló que, a su juicio, no se trata sólo de cuán accesibles son los mensajes sino también de cuán claras son las líneas divisorias entre los diferentes partidos. Pronosticó que, a juzgar por la intención de voto en la actualidad, acudiría a las urnas menos del 30% de los votantes. Por esta razón, la campaña tardía es un reto muy serio y la responsabilidad recae sobre el Parlamento Europeo. Según Adina Valean, de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, la culpa la tiene más bien de la Comisión Europea, puesto que es ella a quien incumbe la tarea de hacer llegar los mensajes a los electores. Esto impone la necesidad de que los eurodiputados se empleen a fondo a nivel nacional para motivar a los votantes. A su juicio, los diputados de los parlamentos locales no ayudan demasiado.
A la pregunta de cuál de los partidos tiene la mayor probabilidad de alcanzar la mayoría en el Parlamento Europeo, ambos eurodiputados: López y Valian, coincidieron en que en el Parlamento Europeo no se habla de mayoría, propiamente dicha, ya que tampoco hay oposición, propiamente dicha, a diferencia de los parlamentos nacionales. Según Antonio López, la mayoría en el Parlamento Europeo siempre es buena, porque el principio básico de Europa es el consenso y de allí, el equilibrio.
Y ahora les ofrecemos los comentarios de nuestros invitados sobre el tema del concurso de ensayo promovido por el Instituto Europeo, a saber: “Europa, más allá de los terrones de azúcar y en vísperas de Elecciones 2009”. Les preguntamos cómo será Europa, según ellos, durante el siguiente mandato del Parlamento Europeo: ¿será más dulce, será salada, amarga, o tal vez insípida?
“Depende del entorno, pero debemos trabajar en Bruselas para convencer a los ciudadanos que la Europa unida sí tiene futuro, y no para levantar nuevos muros entre nosotros, opina Adina Valean. Por supuesto, habrá problemas y serán amargos. Se trata de la crisis económica, de los problemas de la energía, de la seguridad, de la política exterior y el medio ambiente. Estos retos persisten, pero no por ello debemos cejar en la búsqueda de las mejores soluciones para los ciudadanos europeos, a pesar de las diferencias que tenemos”.
“Hemos entrado con buen pie en esta discusión, buscando juntos las soluciones. De modo que si Europa será más dulce o no depende de nosotros, de si los partidos euroescépticos van a llevar la voz cantante o no, dijo Antonio López. Los políticos y los periodistas tenemos responsabilidades comunes: traducir bien el mensaje al lenguaje de los ciudadanos y no permitir que se impongan los escépticos. Por lo cual, yo prefiero en lo personal la variante más dulce”.
“En realidad, más bien con condimentos: ésta es la manera de seguir adelante, agregó Julia De Clerck-Sachsse, a modo de sugerencia a los eurodiputados. Ponedle a Europa especias, no temáis que pique. Si hace falta, que pique, no debe ser necesariamente siempre dulce. Debe haber diversidad, esto enriquece a Europa. Sí, espero que el siguiente Parlamento Europeo sea bien condimentado”.
Ya se sabe el nombre del ganador del concurso, es Matheu Rushford, estudiante de derecho de Gran Bretaña. Matheu será nuestro invitado en el siguiente programa, que emitiremos en abril, continuando esta discusión.
Este programa se emite por Radio Bulgaria, RFI Rumanía y Evelyn Radio de Francia, en el marco del proyecto “Hoy, interactuando con el Parlamento Europeo”, proyecto ejecutado por el Instituto Europeo con el respaldo financiero de la Dirección General de Comunicaciones del Parlamento Europeo.
Por Iva Letnikova
Versión en español de Venceslav Nikolov
La iniciativa se realizó en vísperas del 19 de marzo, día del nacimiento del Parlamento Europeo. En esa fecha, hace justo un año, empezaba nuestro proyecto.
Participaron en la discusión Antonio López-Isturiz White, eurodiputado por España, secretario general del Partido Popular Europeo, Adina Valean, eurodiputada por Rumanía, vicepresidenta del grupo de la ALDE (Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa), Wilfred Ruetten, director del Centro Europeo de Periodismo, y Julia De Clerck-Sachsse, experta del Centro de Estudios de las Políticas Europeas. Estaba invitado también Jan Marinus Wiersman, vicepresidente del grupo del Partido de los Socialistas Europeos. Sin embargo, debido a otros compromisos asumidos, este eurodiputado por Holanda no pudo tomar parte en la conversación.
La primera pregunta que formulamos a nuestros invitados se refería a los logros políticos que pudieran animar a los electores a ejercer su derecho al voto en junio próximo.
“Es una pregunta complicada, porque a mi juicio no hay mayores diferencias entre los diversos ciudadanos de Europa a la hora de votar, dijo Adina Valean, de Rumanía. Sin embargo, durante las campañas electorales cobran prioridad los debates nacionales y los votantes piensan menos en los partidos europeos y más en los nacionales que a su vez compiten en las elecciones europeas. Por esta razón es difícil establecer una distinción inapelable entre los logros. Los ciudadanos deben comprender que hay diferencia entre las políticas locales y la política que uno hace valer en el Parlamento Europeo como liberal, como miembro del Partido Popular Europeo o como socialista. Aunque, eso sí, todos nosotros aspiramos a que las decisiones que tomemos sean las mejores para los ciudadanos. Aunque empleando distintas herramientas. Por ejemplo, al hablar del tiempo de trabajo, todos los políticos quieren que los trabajadores no sean explotados y no sufran malas condiciones de trabajo. Pero hay distintos enfoques del problema. Los socialistas dirían “debemos establecer un tope de las horas de trabajo para defender a los trabajadores”. Mientras que nosotros los liberales diríamos: “lo que hace falta es mayor flexibilidad, que los que deseen trabajar más para poder ganar más tengan la posibilidad de hacerlo”. Estoy segura que el Partido Popular Europeo tendría el mismo enfoque del problema. De modo que todos queremos defensa para los trabajadores, pero tenemos distintos pareceres en cuanto a la manera de aplicar esta defensa. Por regla general, acabamos hallando una solución allá por el medio”.
Algunos oyentes opinan que da igual qué partido político va a tener mayoría en el siguiente Parlamento Europeo, ya que las cosas van a seguir en la misma dirección de antes. ¿Comparte usted esta opinión?
“No, no estoy de acuerdo, pero habida cuenta de la política de comunicaciones que aún tenemos en Bruselas, la gente probablemente piense de esta manera, opina Antonio López, del Partido Popular Europeo. Es algo en lo cual debemos trabajar más. Pero comparto la opinión de la Sra. Valean en cuanto a la forma en que encaramos las elecciones. Tenemos un problema común, de Bulgaria, España o Rumanía, y es la comunicación entre Bruselas y los ciudadanos. Si no convencemos a la gente que el proyecto europeo es correcto y le damos a conocer los diferentes enfoques que tenemos de este proyecto de una Europa unida, esto podría llevar al euroescepticismo. La única herramienta para lograr que la gente lo entienda es la información. Por lo cual os agradecemos la iniciativa que habéis acometido y el que estemos teniendo este debate sobre las elecciones europeas y el futuro. Los periodistas debéis ayudarnos a llevar a buen término nuestro trabajo, para que podamos explicar a los ciudadanos qué es la Unión Europea. Un ejemplo: ahora Islandia quiere ser miembro de la Unión Europea, tal vez Noruega también. Porque ahora, enfrentadas a la crisis mundial, estos países se dan cuenta que estar fuera de la Unión Europea ya supone problemas. Pero nuestros ciudadanos de la propia Unión Europea no siempre lo comprenden. En cuanto a los nuevos miembros, como Bulgaria y Rumanía, todos nosotros, los políticos europeos, debemos convencernos de las ventajas que supone su pertenencia a la Unión. Por ejemplo, una de las prioridades para Bulgaria en estos momentos es el sector de la energía. Siendo así, debemos discutir el tema de la energía en la propia Bulgaria, para que los búlgaros comprendan que nos ocupamos de sus problemas y trabajamos para solucionarlos. Desde luego, los liberales lo harían de una manera y nosotros, el Partido Popular Europeo, de otra. Y estoy seguro que los socialistas lo harían a su propia manera, que será diferente. Siento que no esté presente aquí un representante de ellos. Lo importante es que los búlgaros sepan que, aunque tengamos diferentes enfoques del mismo problema, todos trabajamos para hallarle una solución.
Últimamente, en las elecciones búlgaras se nota cierta tendencia a la abstención. Por ello, lo primero que debemos plantearnos es cómo recuperar el interés del votante búlgaro. Estaré en Bulgaria a principios de mayo y junto con líderes locales, en particular del Partido Popular Europeo, hablaremos de la prioridad inmediata, es decir, del nivel de actividad electoral. Esto es de singular importancia para los nuevos países miembros, porque es una prueba para nosotros, una prueba de hasta qué punto funciona el proyecto de una Europa unida. No me gustaría que vuestros dos países, Bulgaria y Rumanía, fueran tratados como chivo expiatorio que cargue con los reveses de la Unión Europea. Al contrario, debemos ayudar a Bulgaria y Rumanía a convertirse en el ejemplo ideal de integración y adhesión exitosa a la Unión Europea”.
Teniendo en cuenta lo que acaba de decir Antonio López, ¿podemos creer que la ampliación de la Unión Europea es un éxito? ¿O, al contrario, debemos pensar que es un fracaso?
“España es un ejemplo muy bueno, porque no es miembro de la Unión desde su creación, subrayó Adina Valean. Cuando se debatía su adhesión, hubo quienes alegaron que los granjeros españoles iban a echar por tierra la política agraria de la Unión porque eran pobres e iban a costarle caro a la Unión. Y resultó que España es el mejor ejemplo de cómo podemos sacar el mayor partido a nuestra pertenencia a la Europa comunitaria para desarrollar nuestro país y contribuir al bienestar común de la Unión Europea. Por esto creo que la ampliación es uno de los pilares de la Unión Europea. No debemos pensar en introducir el proteccionismo ni en cerrar las fronteras. Y no debemos parar hasta aquí”.
“Es verdad, añadió Antonio López. Cuando España entró en la Unión Europea en 1986, se oían voces de que íbamos a arruinar la Unión, y más aún entrando junto con Portugal, y que íbamos a ser responsables de su derrumbe. Y fijaos ahora. Así que hay ejemplos de los que debemos aprender, y otros, que no debemos repetir. Como, por ejemplo, la falta de libertad de asociación de los trabajadores. ¿Por qué las mafias pueden desplazarse libremente, y los trabajadores de a pie, que quieren ganarse el pan honestamente, no pueden? ¿Por qué no reciben el mismo trato que loa trabajadores locales?”
Según Dushana Zdravkova, eurodiputada búlgara, en la actualidad es de particular importancia que acudan a las urnas los jóvenes. ¿Por qué?
“Mi profunda convicción es que en las elecciones al Parlamento Europeo los más activos deben ser los jóvenes. Porque durante el siguiente mandato del Parlamento Europeo, que será completo también para Bulgaria, nuestros futuros eurodiputados podrán participar plenamente en el diseño de las políticas europeas. En realidad, estos cinco años por delante son también el futuro de estos mismos jóvenes que animamos a votar en junio para elegir al siguiente Parlamento Europeo. Y si desean tener su futuro en sus propias manos, deben expresar este deseo mediante el voto que depositen. Otra cosa es cómo actuarán los partidos políticos para elevar la actividad electoral. Esto es una tarea de cada uno de nosotros, los que trabajamos en las instituciones europeas, y en particular para mí, convencida como estoy que la Unión Europea es nuestra casa común. La Unión ofrece a un país pequeño como es Bulgaria muchas más oportunidades de participar en la toma de decisiones y en el diseño de diversas políticas positivas para nuestra nación”.
Escuchemos ahora los comentarios de los compañeros periodistas sobre la confianza de los ciudadanos en lo que ven y oyen, por una parte, y su motivación para ir a votar, por otra.
“Son dos aspectos de importancia clave a la hora de analizar la actividad electoral desde un punto de vista político, manifestó Julia De Clerck-Sachsse, del Centro de Estudios de las Políticas Europeas. Ambos tienen que ver con el hecho de que las elecciones europeas son consideradas todavía como secundarias, comparadas con las nacionales. La gente evalúa a sus gobiernos según lo que hacen en casa, y no según lo que sucede a nivel europeo, de modo que se corta el vínculo entre la Unión Europea y los ciudadanos. Estos comprenderían este vínculo y el creciente valor de Europa sólo si se dan cuenta de lo que Europa hace por ellos en el contexto nacional. Así que es sumamente importante que los partidos políticos europeos no sólo se dirijan a los electores sino que también comuniquen con los partidos y gobiernos a nivel nacional. Yo creo que es un reto a los partidos europeos y a sus dos representantes aquí hacer que la Unión Europea sea importante para los ciudadanos, pero también es un reto vincularla claramente con los debates políticos nacionales”.
En los medios aparecen a menudo apreciaciones negativas del trabajo del Parlamento Europeo. ¿Cómo lo comentaría usted?
“Es una pregunta difícil, manifestó Wilfred Ruetten, director del Centro Europeo de Periodismo. A menudo, los culpables de esta actitud son los políticos nacionales. Cuando las cosas van bien, es muy fácil decir “esto es un logro mío” y, respectivamente, cuando algo va mal, echarle la culpa a Bruselas, sea a la Comisión Europea, al Consejo o al Parlamento. De modo que los políticos deberían tener más cuidado cuando acusan a Bruselas de todo lo que va mal a nivel nacional. Por otra parte, el Parlamento Europeo es un organismo enorme y complejo y cuesta explicárselo a la gente, incluso a personas muy instruidas, que no lo son todas. Además, como no hay referendos, no queda muy claro cómo se produce la toma de decisiones. Hay que recorrer un camino largo hasta que la gente comprenda por qué es tan importante que vote. Añadiendo la crisis global en la actualidad, no creo que la actividad electoral sea muy alta. Encima, la campaña ha empezado bastante tarde”.
Julia De Clerck-Sachsse manifestó que esta opinión le parecía correcta pero señaló que, a su juicio, no se trata sólo de cuán accesibles son los mensajes sino también de cuán claras son las líneas divisorias entre los diferentes partidos. Pronosticó que, a juzgar por la intención de voto en la actualidad, acudiría a las urnas menos del 30% de los votantes. Por esta razón, la campaña tardía es un reto muy serio y la responsabilidad recae sobre el Parlamento Europeo. Según Adina Valean, de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, la culpa la tiene más bien de la Comisión Europea, puesto que es ella a quien incumbe la tarea de hacer llegar los mensajes a los electores. Esto impone la necesidad de que los eurodiputados se empleen a fondo a nivel nacional para motivar a los votantes. A su juicio, los diputados de los parlamentos locales no ayudan demasiado.
A la pregunta de cuál de los partidos tiene la mayor probabilidad de alcanzar la mayoría en el Parlamento Europeo, ambos eurodiputados: López y Valian, coincidieron en que en el Parlamento Europeo no se habla de mayoría, propiamente dicha, ya que tampoco hay oposición, propiamente dicha, a diferencia de los parlamentos nacionales. Según Antonio López, la mayoría en el Parlamento Europeo siempre es buena, porque el principio básico de Europa es el consenso y de allí, el equilibrio.
Y ahora les ofrecemos los comentarios de nuestros invitados sobre el tema del concurso de ensayo promovido por el Instituto Europeo, a saber: “Europa, más allá de los terrones de azúcar y en vísperas de Elecciones 2009”. Les preguntamos cómo será Europa, según ellos, durante el siguiente mandato del Parlamento Europeo: ¿será más dulce, será salada, amarga, o tal vez insípida?
“Depende del entorno, pero debemos trabajar en Bruselas para convencer a los ciudadanos que la Europa unida sí tiene futuro, y no para levantar nuevos muros entre nosotros, opina Adina Valean. Por supuesto, habrá problemas y serán amargos. Se trata de la crisis económica, de los problemas de la energía, de la seguridad, de la política exterior y el medio ambiente. Estos retos persisten, pero no por ello debemos cejar en la búsqueda de las mejores soluciones para los ciudadanos europeos, a pesar de las diferencias que tenemos”.
“Hemos entrado con buen pie en esta discusión, buscando juntos las soluciones. De modo que si Europa será más dulce o no depende de nosotros, de si los partidos euroescépticos van a llevar la voz cantante o no, dijo Antonio López. Los políticos y los periodistas tenemos responsabilidades comunes: traducir bien el mensaje al lenguaje de los ciudadanos y no permitir que se impongan los escépticos. Por lo cual, yo prefiero en lo personal la variante más dulce”.
“En realidad, más bien con condimentos: ésta es la manera de seguir adelante, agregó Julia De Clerck-Sachsse, a modo de sugerencia a los eurodiputados. Ponedle a Europa especias, no temáis que pique. Si hace falta, que pique, no debe ser necesariamente siempre dulce. Debe haber diversidad, esto enriquece a Europa. Sí, espero que el siguiente Parlamento Europeo sea bien condimentado”.
Ya se sabe el nombre del ganador del concurso, es Matheu Rushford, estudiante de derecho de Gran Bretaña. Matheu será nuestro invitado en el siguiente programa, que emitiremos en abril, continuando esta discusión.
Este programa se emite por Radio Bulgaria, RFI Rumanía y Evelyn Radio de Francia, en el marco del proyecto “Hoy, interactuando con el Parlamento Europeo”, proyecto ejecutado por el Instituto Europeo con el respaldo financiero de la Dirección General de Comunicaciones del Parlamento Europeo.
Por Iva Letnikova
Versión en español de Venceslav Nikolov