29-05-2008
La Unión Europea, los ciudadanos de Europa y la Jornada de Europa: más cerca unos de otros
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En mayo conmemoramos el 9 de mayo, Jornada de Europa. Esta conmemoración es buen motivo para evocar la historia de la UE, abordar los símbolos de Europa y enfatizar en lo que nos hace más cercanos unos a otros como ciudadanos europeos.
En la edición de hoy de este programa de esclarecimiento en el marco de la iniciativa “Ahora colaboramos con el Parlamento Europeo”, Radio Bulgaria, Portal Europa y el instituto Europeo les ofrecerán un peculiar puente radial entre el pasado y el porvenir de Europa enfatizando en el papel del Parlamento Europeo.
“Francia ha tenido siempre por meta servir a la paz. Europa aún no se ha terminado de construir, sufrimos la guerra. Europa no será edificada de por sí sino con esfuerzos mancomunados. Será creada en virtud de actuaciones concretas y, en primer lugar debemos unirnos por medio de una solidaridad efectiva”.
Esta grabación de archivo nos ha hecho oír la voz del ministro francés de Asuntos Exteriores Robert Schuman y nos ha hecho remontarnos al lejano año 1950.En discurso inspirado por la idea de Jean Monnet de crear una institución europea supranacional propone que Francia y Alemania, al igual que el resto de países europeos que deseen sumarse unan sus recursos de carbón y acero. La idea de mancomunar los sectores industriales clave de Francia y Alemania, gracias a loscuales se desarrolla el sector de los armamentos es una singular garantía para la paz en el continente pocos años después de terminada la II Guerra Mundial.
La proposición, conocida como “La Declaración de Schuman” está siendo considerada el principio de la edificación de la Unión Europea. Así, en parís, casi un año después, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Luxemburgo y Bélgica suscriben el tratado para la Creación de la CECA, o sea la Comunidad Europea del Carbón y el Acero. Seis años después, en 1957 en Roma son suscritos dos nuevos tratados: el de creación de la Comunidad Económica Europea y el de creación de la Comunidad Europea de Energía Atómica, EURATOM. La integración resulta tan exitosa y fructífera que Dinamarca, Irlanda y Gran Bretaña deciden incorporarse a las tres comunidades. Esto ocurre en 1973.
En 1981 a las Comunidades Europeas se suma Grecia, y en 1986, lo hacen España y Portugal.
A comienzos de los años 90, el 7 de febrero de 1992 en la ciudad holandesa de Maastricht es firmado el tratado de la Unión Europea que refuerza notablemente los poderes del Parlamento Europeo. En virtud de la adopción del procedimiento de toma de decisiones consensuada, el Parlamento Europeo se transforma en partner del proceso legislativo y adquiere derecho a veto en las materias importantes de la legislación de la UE.
La cuarta ampliación de la Unión Europea se produce en 1995 con la adhesión a ésta de Austria, Finlandia y Suecia. Poco después cursan sendas solicitudes de adhesión Bulgaria, la República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Estonia, Lituania, Letonia, Eslovenia, Chipre y Malta. La quinta ampliación de la UE se relaciona con el acceso a la UE el 1 de mayo de 2004, de 10 de los citados países y con la adhesión, el 1 de enero de 2007 de Bulgaria y Rumania.
El nueve de mayo, Día de Europa, es uno de los símbolos de la UE junto con la bandera, el himno, el lema y la moneda común, el euro. El día en que se dio el primer paso con vistas a mancomunar los países europeos y la posterior creación de la UE, es motivo para iniciativas y festividades en las que se aproximan más y más los pueblos europeos.
Desde 1985 es adoptada como himno oficial de la UE la Oda de la Alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven. Este himno utiliza el lenguaje universal de la música para expresar los ideales de la libertad, la paz y la solidaridad a favor de los cuales va obrando Europa.
La bandera de la UE en la que aparece un cielo azul y 12 estrellas de oro conforman un círculo, simboliza también la solidaridad y la armonía entre los pueblos europeos. El número doce es por tradición símbolo de la perfección, la plenitud y la unidad.
“Unidos en la diversidad” es el lema de la UE en la que se plasma la idea de que por medio de la Unión Europea los propios europeos se encuentran mancomunados en sus esfuerzos en aras de la paz y la justicia y que la gran cantidad de culturas, y tradiciones y lenguas diversas en Europa conforman una gran ventaja para este continente.
En el año 2002 el euro se convierte en símbolo de la Europa unida. Es la moneda oficial única en los países que se suman a la llamada “Zona del euro”.Creemos que no habrá ni siquiera un solo europeo que lo ignore.
En el tratado de Lisboa, firmado a finales de 2007, se evita sin embargo, cualquier analogía con un estado federado. Esto también se refleja en la terminología empleada. Los símbolos de la UE como son el himno, la bandera y el lema susceptibles de otorgar carácter federado de la UE no están recogidos en el Tratado.
“El símbolo moderno de Europa es, a mi juicio, la tolerancia mutua entre los seres humanos y, al mismo tiempo, la conservación de su carácter peculiar e identidad”, dice Guergana Nedeva
“Creo que debe haber símbolos porque, ante todo, es el símbolo lo que trae lo espiritual, señala. Es precisamente lo espiritual lo que tiene el vigor de triunfar sobre todo lo que inquieta y entorpece la evolución de los seres humanos. El Bien, el deseo de ayudar a los demás son cosas que te reconfortan y te infunden esperanza de cara al mañana. Creo que los símbolos son algo bueno”,
“Lógicamente, la comunidad necesita de algún tipo de signos heráldicos pero yo personalmente me opongo a la idea de asociar la comunidad a los símbolos que son una bandera, un escudo, un himno etc., cosas que cada Estado por separado posee, estima Slavi Panayotov. Habría que considerar como símbolos de la UE más bien unos edificios concretos, un modo de vida concreto, una idea concreta sobre la convivencia entre distintas culturas y naciones, antes que emplear signos inventados, si bien necesarios hasta cierto punto, como escudo, bandera, himno”.
“Europa, como espacio histórico y cultural con su patrimonio es concepto mucho más lato que la idea basada en la unión económica, señala Kalina Sotirova. Por esto para mí en el siglo XXI, en esta época digital, debería ser símbolo de Europa, como espacio cultural, el cristianismo, las tradiciones y valores morales cristianos ya que esto es lo esencial con lo que se identifica el Viejo Continente. Otro símbolo que resultaría adecuado para identificar a Europa es la cultura, vista en un sentido más extenso, o sea todas las tradiciones históricas y culturales que se encuentran conservadas en los museos y galerías del continente”.
¿A qué obedece la ausencia de los símbolos ampliamente adoptados de la UE en el Tratado de Lisboa? Es la pregunta que hemos dirigido al señor Toon Streppel, director de la oficina de Información del Parlamento Europeo en Bulgaria:
“No creo que la bandera y el himno de la UE vayan a desaparecer por cierta oposición mostrada por algunos de los países miembros que no consentirían la institucionalización escrita de estos símbolos de una vez y para siempre. Creo, con todo, que seguiremos utilizando los consabidos himno y bandera europeos”.
Como órgano directamente electo el Parlamento Europeo es la institución que más cerca está de los ciudadanos y reforzar su papel significa, según el señor Streppel, que los ciudadanos ejerzan mayor influencia en la política de la UE.
“En virtud del Tratado de Lisboa el Parlamento Europeo se incorporará a la elaboración de varios tipos de legislaciones, explica. De este modo el papel del parlamento irá creciendo. Esto significa que serán del interés de los seres humanos los contactos con sus representantes parlamentarios y así podrán influir en la creación de una legislación nueva. En segundo lugar, a mediados de 2009 habrá elecciones europeas en todos los países comunitarios, y, según el Tratado de Lisboa, cabe esperar que el partido más vigoroso en el seno del Parlamento Europeo pueda decidir sobre el color político que tenga el nuevo presidente de la Comisión Europea. De modo que los resultados de las elecciones en todos los países miembros colorearán, dicho en sentido figurado, el papel político de la UE, o sea ésta podrá resultar más socialista, más democristiana, más verde etc. Resumidamente puedo decir que el partido europeo que gane las elecciones europeas será mucho más fuerte que antes.”
¿Cómo irán cambiando las formas y modalidades de interacción entre la Comisión Europea y el Parlamento Europeo a partir del año 2009?
“En este sentido no espero muchos cambios. Como ya dije que papel del Parlamento Europeo aumentará pero el sistema de interacción no sufrirá cambios notables. Por lo general, el próximo año, 2009, aparece como arduo en el sentido de que no habrá proyectos legislativos de la Comisión Europea vieja antes de las elecciones por que los integrantes de ésta están conscientes de que su mandato expira. Por otro lado, tras las elecciones europeas habrá necesidad de tiempo para iniciar los procedimientos. Por esta razón no espero cambios en 2009 pero a partir de finales de ese año y a comienzos de 2010 se iniciará la nueva cooperación entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea nueva. Supongo que aquél irá ejerciendo una presión más fuerte por que se cumplan las tareas y las prioridades”.
La señora Doris Pack es diputada europea desde 1989 por la Unión Democristiana y el Partido Popular Europeo. Conoce la UE ya desde la época anterior a su ampliación al Este.¿Además de haber crecido el número de los países miembros qué otros cambios hay en la UE?
“La UE presenta hoy mayor diversidad. Actualmente la UE reúne más y más diversas opiniones bajo un común denominador y esto no es nada fácil. Precisamente por esto necesitamos del Tratado de Lisboa para transformar las instituciones europeas y convertirlas en operativas en las condiciones de una UE ampliada. A estas alturas estas instituciones, de hecho, no difieren de las de la época en que formaban parte de la UE sólo 6 países. Ya es hora de irnos reformando”.
¿Cómo ve Vd. el porvenir del Parlamento Europeo tras la entrada en vigor, en 2009, del Tratado de Lisboa?
“A raíz del Tratado de Lisboa el Parlamento Europeo cobra poderes notablemente superiores, es que un 95% de la labor legislativa se concentrará en el Parlamento. Esto, a mi juicio, es de suma importancia, ya que hasta ahora, el Parlamento Europeo, parecía encontrarse aislado de su labor fundamental que es precisamente la legislativa. Actualmente somos un simple órgano de consulta. De manera que los cambios que nos esperan serán un importante paso hacia un Parlamento Europeo democrático y soy de la opinión de que los ciudadanos comunitarios celebrarán estas reformas”.
¿Cómo cambiarán la labor y las responsabilidades de los eurodiputados en un parlamento de poderes y responsabilidades incrementados?
“El Parlamento Europeo carga con una responsabilidad enorme por ser el órgano legislativo de la UE, y la labor legislativa la realizan justamente los diputados. La labor legislativa reclama una responsabilidad muy importante pero también competencia. No quisiera que en el futuro dependiésemos tanto de grupos de presión,como ocurre ahora, más bien deberíamos contar con más colaboradores competentes en las diferentes esferas. No hay que perder de vista que forjaremos leyes que regirán en todos y cada uno de los 27 países miembros de la UE. Para hacer esta responsable labor necesitamos de posibilidades mejores para nuestro trabajo”.
Desde 2004 Vd. trabaja con colegas de los países de reciente adhesión a la UE y, desde el año 2007 también con eurodiputados búlgaros y rumanos.¿Habrá acaso, una diferencia entre los diputados de los países comunitarios “antiguos” y “nuevos”?
“La única diferencia consiste en que en ocasiones abordamos determinados temas en forma diferente, desde un punto de vista distinto. La razón estriba en que en Occidente veíamos durante muchos años a los euroorientales con cierta conmiseración. Cuando se produjo la ampliación nos olvidamos por completo de que las personas de los países de Europa del Este cargaban con su pasado diferente que no se podía olvidar de la noche a la mañana. No podemos cerrar los ojos ante la sencilla verdad de que en los años en que creábamos la UE del otro lado del Telón de Acero el tiempo se había detenido. Se trata de los años de la imperante Unión Soviética, los años de dictadura. Esto no hay que olvidarlo. En la época actual ya es inadmisible, en declaraciones del parlamento Europeo conmemorativas de un aniversario más del término de la II Guerra Mundial no decir ni una sola palabra sobre lo que los ex países socialistas tuvieron que sufrir después del año 1945.Con esto quiero decir que nuestros colegas de los nuevos países miembros abrieron sus ojos, fijándose en el comportamiento de Occidente apenas después de ampliarse la UE. Creo que en 2004 se inició un proceso de reconsideración del pasado por parte de los europeos de Occidente, proceso que continúa hasta el momento. Nos resultaba, de veras, más fácil, hablar de los pobres hermanos y hermanas del Este y encender velitas en las ventas en signo de solidaridad. Pero trabajar en mancomún, reconsiderar, en conjunto, nuestro pasado, resultaba, en ocasiones, un hueso duro de tragar para nosotros los diputados. Nuestros colegas por los partidos de izquierdas sobre todo tienen hasta hoy problemas a la hora de llamar los desmanes de los comunistas de las pasadas décadas por sus verdaderos nombres”.
Biliana Raeva forma parte de la joven generación de eurodiputados búlgaros.Pertenece al grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales de Europa.”Estamos elegidos en virtud de la votación directa de los ciudadanos y es impensable que no mantengamos contacto directo con ellos”, dice y agrega.
“Además de las oficinas de información, yo misma cuento con una decena en toda Bulgaria, realizamos muchas otras actividades, explica Raeva. Organizamos seminarios, conferencias, invitamos al Parlamento Europeo a diferentes categorías de personas como por ejemplo, estudiantes universitarios, personalidades de la cultura, periodistas etc. El contacto con las pequeñas localidades es difícil pero yo me traslado personalmente a ellas sea por la existencia de un problema o por una idea que encuentre su manifestación en Europa. Muy a menudo hay denuncias de desacato del derecho. Hay también otras relacionadas con el medio ambiente, con irregularidades en los servicios administrativos. En fin, son problemas que más bien tienen solución a nivel local, o sea en Bulgaria. El Parlamento Europeo en la mayoría de los casos no puede pronunciarse directamente, sólo puede interpelar al gobierno búlgaro. Procuro en casos como éstos informar a mis colegas de las administraciones respectivas o de los órganos de cuya incumbencia es tomar la decisión de que tal caso sí existe y fomentar su tramitación. Respecto a las ideas, las hay muchas y las emiten concretamente personas jóvenes. Se refieren a proyectos, al intercambio de experiencia entre escuelas o universidades de Europa, a modalidades de cooperación. Me siento feliz de poder promover estas ideas”.
¿Cómo debería ser, a su juicio, el símbolo moderno de la Europa unida?
“Para mí el símbolo de Europa es Europa sin fronteras. Es que nosotros nos mantuvimos durante demasiado tiempo al margen de Europa, del otro lado, detrás de la frontera. Recordamos aún las colas para obtener visados, el tiempo que tal obtención llevaba. Ignorábamos si nos incorporaríamos al espacio de Schengen etc. Vds. dicen que soy de la joven generación de políticos pero hay políticos más jóvenes aún que no recuerdan esos problemas, o sea la imposibilidad de viajar al extranjero para cursar estudios, la imposibilidad del libre movimiento. Ser país miembro de la UE es realmente uno de los importantes logros hechos por Bulgaria. Creo que próximamente nos daremos cuenta de la oportunidad que cada uno tendrá de trabajar legalmente en el ámbito comunitario, cuando se supriman todas las restricciones para trabajar en la UE. Existirá la oportunidad de que cada vez más búlgaros vayan acumulando experiencia en el extranjero y luego retornen a la patria para aplicarla”.
“Se me pregunta a menudo hasta dónde se han de extender las fronteras de Europa, dice Olli Rehn, comisario europeo de Ampliación en entrevista para el Finantial Times, del 4 de enero de 2005.Mi respuesta es que es la conciencia de los europeos la que fija las fronteras de Europa. La ampliación es un proceso de expansión del ámbito de los valores europeos por entre los cuales son fundamentales la libertad y la solidaridad, la tolerancia y los derechos humanos, la democracia y la primacía de la ley”.
Sigan ustedes escribiéndonos y comentando las cosas que les interesan para que podamos formular las preguntas exactas a los hombres exactos… Sus preguntas, comentarios y propuestas son bienvenidos a nuestra Redacción y a nuestra dirección electrónica: info@europe.bg
Para más detalles, consulten la página web www.parliament.europe.bg
Estimados oyentes, este programa es emitido por Radio Bulgaria, RFI-Rumanía y la Yveline Radio, de Francia. La próxima vez enfocaremos el 2008 como Año Europeo del Diálogo Intercultural.
Por Rumiana Tsvetkova, Daniela Konstantinova, Vésela Vladkova, Elena Karkalanova
Versión en español: Mijail Mijailov
En la edición de hoy de este programa de esclarecimiento en el marco de la iniciativa “Ahora colaboramos con el Parlamento Europeo”, Radio Bulgaria, Portal Europa y el instituto Europeo les ofrecerán un peculiar puente radial entre el pasado y el porvenir de Europa enfatizando en el papel del Parlamento Europeo.
“Francia ha tenido siempre por meta servir a la paz. Europa aún no se ha terminado de construir, sufrimos la guerra. Europa no será edificada de por sí sino con esfuerzos mancomunados. Será creada en virtud de actuaciones concretas y, en primer lugar debemos unirnos por medio de una solidaridad efectiva”.
Esta grabación de archivo nos ha hecho oír la voz del ministro francés de Asuntos Exteriores Robert Schuman y nos ha hecho remontarnos al lejano año 1950.En discurso inspirado por la idea de Jean Monnet de crear una institución europea supranacional propone que Francia y Alemania, al igual que el resto de países europeos que deseen sumarse unan sus recursos de carbón y acero. La idea de mancomunar los sectores industriales clave de Francia y Alemania, gracias a loscuales se desarrolla el sector de los armamentos es una singular garantía para la paz en el continente pocos años después de terminada la II Guerra Mundial.
La proposición, conocida como “La Declaración de Schuman” está siendo considerada el principio de la edificación de la Unión Europea. Así, en parís, casi un año después, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Luxemburgo y Bélgica suscriben el tratado para la Creación de la CECA, o sea la Comunidad Europea del Carbón y el Acero. Seis años después, en 1957 en Roma son suscritos dos nuevos tratados: el de creación de la Comunidad Económica Europea y el de creación de la Comunidad Europea de Energía Atómica, EURATOM. La integración resulta tan exitosa y fructífera que Dinamarca, Irlanda y Gran Bretaña deciden incorporarse a las tres comunidades. Esto ocurre en 1973.
En 1981 a las Comunidades Europeas se suma Grecia, y en 1986, lo hacen España y Portugal.
A comienzos de los años 90, el 7 de febrero de 1992 en la ciudad holandesa de Maastricht es firmado el tratado de la Unión Europea que refuerza notablemente los poderes del Parlamento Europeo. En virtud de la adopción del procedimiento de toma de decisiones consensuada, el Parlamento Europeo se transforma en partner del proceso legislativo y adquiere derecho a veto en las materias importantes de la legislación de la UE.
La cuarta ampliación de la Unión Europea se produce en 1995 con la adhesión a ésta de Austria, Finlandia y Suecia. Poco después cursan sendas solicitudes de adhesión Bulgaria, la República Checa, Hungría, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Estonia, Lituania, Letonia, Eslovenia, Chipre y Malta. La quinta ampliación de la UE se relaciona con el acceso a la UE el 1 de mayo de 2004, de 10 de los citados países y con la adhesión, el 1 de enero de 2007 de Bulgaria y Rumania.
El nueve de mayo, Día de Europa, es uno de los símbolos de la UE junto con la bandera, el himno, el lema y la moneda común, el euro. El día en que se dio el primer paso con vistas a mancomunar los países europeos y la posterior creación de la UE, es motivo para iniciativas y festividades en las que se aproximan más y más los pueblos europeos.
Desde 1985 es adoptada como himno oficial de la UE la Oda de la Alegría de la Novena Sinfonía de Beethoven. Este himno utiliza el lenguaje universal de la música para expresar los ideales de la libertad, la paz y la solidaridad a favor de los cuales va obrando Europa.
La bandera de la UE en la que aparece un cielo azul y 12 estrellas de oro conforman un círculo, simboliza también la solidaridad y la armonía entre los pueblos europeos. El número doce es por tradición símbolo de la perfección, la plenitud y la unidad.
“Unidos en la diversidad” es el lema de la UE en la que se plasma la idea de que por medio de la Unión Europea los propios europeos se encuentran mancomunados en sus esfuerzos en aras de la paz y la justicia y que la gran cantidad de culturas, y tradiciones y lenguas diversas en Europa conforman una gran ventaja para este continente.
En el año 2002 el euro se convierte en símbolo de la Europa unida. Es la moneda oficial única en los países que se suman a la llamada “Zona del euro”.Creemos que no habrá ni siquiera un solo europeo que lo ignore.
En el tratado de Lisboa, firmado a finales de 2007, se evita sin embargo, cualquier analogía con un estado federado. Esto también se refleja en la terminología empleada. Los símbolos de la UE como son el himno, la bandera y el lema susceptibles de otorgar carácter federado de la UE no están recogidos en el Tratado.
“El símbolo moderno de Europa es, a mi juicio, la tolerancia mutua entre los seres humanos y, al mismo tiempo, la conservación de su carácter peculiar e identidad”, dice Guergana Nedeva
“Creo que debe haber símbolos porque, ante todo, es el símbolo lo que trae lo espiritual, señala. Es precisamente lo espiritual lo que tiene el vigor de triunfar sobre todo lo que inquieta y entorpece la evolución de los seres humanos. El Bien, el deseo de ayudar a los demás son cosas que te reconfortan y te infunden esperanza de cara al mañana. Creo que los símbolos son algo bueno”,
“Lógicamente, la comunidad necesita de algún tipo de signos heráldicos pero yo personalmente me opongo a la idea de asociar la comunidad a los símbolos que son una bandera, un escudo, un himno etc., cosas que cada Estado por separado posee, estima Slavi Panayotov. Habría que considerar como símbolos de la UE más bien unos edificios concretos, un modo de vida concreto, una idea concreta sobre la convivencia entre distintas culturas y naciones, antes que emplear signos inventados, si bien necesarios hasta cierto punto, como escudo, bandera, himno”.
“Europa, como espacio histórico y cultural con su patrimonio es concepto mucho más lato que la idea basada en la unión económica, señala Kalina Sotirova. Por esto para mí en el siglo XXI, en esta época digital, debería ser símbolo de Europa, como espacio cultural, el cristianismo, las tradiciones y valores morales cristianos ya que esto es lo esencial con lo que se identifica el Viejo Continente. Otro símbolo que resultaría adecuado para identificar a Europa es la cultura, vista en un sentido más extenso, o sea todas las tradiciones históricas y culturales que se encuentran conservadas en los museos y galerías del continente”.
¿A qué obedece la ausencia de los símbolos ampliamente adoptados de la UE en el Tratado de Lisboa? Es la pregunta que hemos dirigido al señor Toon Streppel, director de la oficina de Información del Parlamento Europeo en Bulgaria:
“No creo que la bandera y el himno de la UE vayan a desaparecer por cierta oposición mostrada por algunos de los países miembros que no consentirían la institucionalización escrita de estos símbolos de una vez y para siempre. Creo, con todo, que seguiremos utilizando los consabidos himno y bandera europeos”.
Como órgano directamente electo el Parlamento Europeo es la institución que más cerca está de los ciudadanos y reforzar su papel significa, según el señor Streppel, que los ciudadanos ejerzan mayor influencia en la política de la UE.
“En virtud del Tratado de Lisboa el Parlamento Europeo se incorporará a la elaboración de varios tipos de legislaciones, explica. De este modo el papel del parlamento irá creciendo. Esto significa que serán del interés de los seres humanos los contactos con sus representantes parlamentarios y así podrán influir en la creación de una legislación nueva. En segundo lugar, a mediados de 2009 habrá elecciones europeas en todos los países comunitarios, y, según el Tratado de Lisboa, cabe esperar que el partido más vigoroso en el seno del Parlamento Europeo pueda decidir sobre el color político que tenga el nuevo presidente de la Comisión Europea. De modo que los resultados de las elecciones en todos los países miembros colorearán, dicho en sentido figurado, el papel político de la UE, o sea ésta podrá resultar más socialista, más democristiana, más verde etc. Resumidamente puedo decir que el partido europeo que gane las elecciones europeas será mucho más fuerte que antes.”
¿Cómo irán cambiando las formas y modalidades de interacción entre la Comisión Europea y el Parlamento Europeo a partir del año 2009?
“En este sentido no espero muchos cambios. Como ya dije que papel del Parlamento Europeo aumentará pero el sistema de interacción no sufrirá cambios notables. Por lo general, el próximo año, 2009, aparece como arduo en el sentido de que no habrá proyectos legislativos de la Comisión Europea vieja antes de las elecciones por que los integrantes de ésta están conscientes de que su mandato expira. Por otro lado, tras las elecciones europeas habrá necesidad de tiempo para iniciar los procedimientos. Por esta razón no espero cambios en 2009 pero a partir de finales de ese año y a comienzos de 2010 se iniciará la nueva cooperación entre el Parlamento Europeo y la Comisión Europea nueva. Supongo que aquél irá ejerciendo una presión más fuerte por que se cumplan las tareas y las prioridades”.
La señora Doris Pack es diputada europea desde 1989 por la Unión Democristiana y el Partido Popular Europeo. Conoce la UE ya desde la época anterior a su ampliación al Este.¿Además de haber crecido el número de los países miembros qué otros cambios hay en la UE?
“La UE presenta hoy mayor diversidad. Actualmente la UE reúne más y más diversas opiniones bajo un común denominador y esto no es nada fácil. Precisamente por esto necesitamos del Tratado de Lisboa para transformar las instituciones europeas y convertirlas en operativas en las condiciones de una UE ampliada. A estas alturas estas instituciones, de hecho, no difieren de las de la época en que formaban parte de la UE sólo 6 países. Ya es hora de irnos reformando”.
¿Cómo ve Vd. el porvenir del Parlamento Europeo tras la entrada en vigor, en 2009, del Tratado de Lisboa?
“A raíz del Tratado de Lisboa el Parlamento Europeo cobra poderes notablemente superiores, es que un 95% de la labor legislativa se concentrará en el Parlamento. Esto, a mi juicio, es de suma importancia, ya que hasta ahora, el Parlamento Europeo, parecía encontrarse aislado de su labor fundamental que es precisamente la legislativa. Actualmente somos un simple órgano de consulta. De manera que los cambios que nos esperan serán un importante paso hacia un Parlamento Europeo democrático y soy de la opinión de que los ciudadanos comunitarios celebrarán estas reformas”.
¿Cómo cambiarán la labor y las responsabilidades de los eurodiputados en un parlamento de poderes y responsabilidades incrementados?
“El Parlamento Europeo carga con una responsabilidad enorme por ser el órgano legislativo de la UE, y la labor legislativa la realizan justamente los diputados. La labor legislativa reclama una responsabilidad muy importante pero también competencia. No quisiera que en el futuro dependiésemos tanto de grupos de presión,como ocurre ahora, más bien deberíamos contar con más colaboradores competentes en las diferentes esferas. No hay que perder de vista que forjaremos leyes que regirán en todos y cada uno de los 27 países miembros de la UE. Para hacer esta responsable labor necesitamos de posibilidades mejores para nuestro trabajo”.
Desde 2004 Vd. trabaja con colegas de los países de reciente adhesión a la UE y, desde el año 2007 también con eurodiputados búlgaros y rumanos.¿Habrá acaso, una diferencia entre los diputados de los países comunitarios “antiguos” y “nuevos”?
“La única diferencia consiste en que en ocasiones abordamos determinados temas en forma diferente, desde un punto de vista distinto. La razón estriba en que en Occidente veíamos durante muchos años a los euroorientales con cierta conmiseración. Cuando se produjo la ampliación nos olvidamos por completo de que las personas de los países de Europa del Este cargaban con su pasado diferente que no se podía olvidar de la noche a la mañana. No podemos cerrar los ojos ante la sencilla verdad de que en los años en que creábamos la UE del otro lado del Telón de Acero el tiempo se había detenido. Se trata de los años de la imperante Unión Soviética, los años de dictadura. Esto no hay que olvidarlo. En la época actual ya es inadmisible, en declaraciones del parlamento Europeo conmemorativas de un aniversario más del término de la II Guerra Mundial no decir ni una sola palabra sobre lo que los ex países socialistas tuvieron que sufrir después del año 1945.Con esto quiero decir que nuestros colegas de los nuevos países miembros abrieron sus ojos, fijándose en el comportamiento de Occidente apenas después de ampliarse la UE. Creo que en 2004 se inició un proceso de reconsideración del pasado por parte de los europeos de Occidente, proceso que continúa hasta el momento. Nos resultaba, de veras, más fácil, hablar de los pobres hermanos y hermanas del Este y encender velitas en las ventas en signo de solidaridad. Pero trabajar en mancomún, reconsiderar, en conjunto, nuestro pasado, resultaba, en ocasiones, un hueso duro de tragar para nosotros los diputados. Nuestros colegas por los partidos de izquierdas sobre todo tienen hasta hoy problemas a la hora de llamar los desmanes de los comunistas de las pasadas décadas por sus verdaderos nombres”.
Biliana Raeva forma parte de la joven generación de eurodiputados búlgaros.Pertenece al grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales de Europa.”Estamos elegidos en virtud de la votación directa de los ciudadanos y es impensable que no mantengamos contacto directo con ellos”, dice y agrega.
“Además de las oficinas de información, yo misma cuento con una decena en toda Bulgaria, realizamos muchas otras actividades, explica Raeva. Organizamos seminarios, conferencias, invitamos al Parlamento Europeo a diferentes categorías de personas como por ejemplo, estudiantes universitarios, personalidades de la cultura, periodistas etc. El contacto con las pequeñas localidades es difícil pero yo me traslado personalmente a ellas sea por la existencia de un problema o por una idea que encuentre su manifestación en Europa. Muy a menudo hay denuncias de desacato del derecho. Hay también otras relacionadas con el medio ambiente, con irregularidades en los servicios administrativos. En fin, son problemas que más bien tienen solución a nivel local, o sea en Bulgaria. El Parlamento Europeo en la mayoría de los casos no puede pronunciarse directamente, sólo puede interpelar al gobierno búlgaro. Procuro en casos como éstos informar a mis colegas de las administraciones respectivas o de los órganos de cuya incumbencia es tomar la decisión de que tal caso sí existe y fomentar su tramitación. Respecto a las ideas, las hay muchas y las emiten concretamente personas jóvenes. Se refieren a proyectos, al intercambio de experiencia entre escuelas o universidades de Europa, a modalidades de cooperación. Me siento feliz de poder promover estas ideas”.
¿Cómo debería ser, a su juicio, el símbolo moderno de la Europa unida?
“Para mí el símbolo de Europa es Europa sin fronteras. Es que nosotros nos mantuvimos durante demasiado tiempo al margen de Europa, del otro lado, detrás de la frontera. Recordamos aún las colas para obtener visados, el tiempo que tal obtención llevaba. Ignorábamos si nos incorporaríamos al espacio de Schengen etc. Vds. dicen que soy de la joven generación de políticos pero hay políticos más jóvenes aún que no recuerdan esos problemas, o sea la imposibilidad de viajar al extranjero para cursar estudios, la imposibilidad del libre movimiento. Ser país miembro de la UE es realmente uno de los importantes logros hechos por Bulgaria. Creo que próximamente nos daremos cuenta de la oportunidad que cada uno tendrá de trabajar legalmente en el ámbito comunitario, cuando se supriman todas las restricciones para trabajar en la UE. Existirá la oportunidad de que cada vez más búlgaros vayan acumulando experiencia en el extranjero y luego retornen a la patria para aplicarla”.
“Se me pregunta a menudo hasta dónde se han de extender las fronteras de Europa, dice Olli Rehn, comisario europeo de Ampliación en entrevista para el Finantial Times, del 4 de enero de 2005.Mi respuesta es que es la conciencia de los europeos la que fija las fronteras de Europa. La ampliación es un proceso de expansión del ámbito de los valores europeos por entre los cuales son fundamentales la libertad y la solidaridad, la tolerancia y los derechos humanos, la democracia y la primacía de la ley”.
Sigan ustedes escribiéndonos y comentando las cosas que les interesan para que podamos formular las preguntas exactas a los hombres exactos… Sus preguntas, comentarios y propuestas son bienvenidos a nuestra Redacción y a nuestra dirección electrónica: info@europe.bg
Para más detalles, consulten la página web www.parliament.europe.bg
Estimados oyentes, este programa es emitido por Radio Bulgaria, RFI-Rumanía y la Yveline Radio, de Francia. La próxima vez enfocaremos el 2008 como Año Europeo del Diálogo Intercultural.
Por Rumiana Tsvetkova, Daniela Konstantinova, Vésela Vladkova, Elena Karkalanova
Versión en español: Mijail Mijailov